lunes, 30 de mayo de 2011

Pobre Bob Dylan, sus seguidores son mayoritariamente gilipollas

Acabo de ver en televisión el documental “Las Huellas de Dylan” que presenta una especie de ensalada de testimonios de seguidores de Bob Dylan con la hilazón de los conciertos en una gira por España junto con declaraciones de personajes famosos desde sus casas y despachos.

Ya tenía constancia que, desde hacía décadas, el genio de Minnesota renegaba de sus fans y ahora comprendo perfectamente el origen de su odio. También debe ser frustrante para un ser genial como Dylan, el hecho de pasarse 50 putos años cantando y componiendo para que todo su trabajo se vea desvirtuado y pisoteado por una serie de gilipollas que no comprenden y no saben escuchar a su ídolo.

En este caso de los seguidores españoles, se ha salvado acaso J. Ordovás quien sólo ha hablado de la figura de Dylan como rocker. No ha aparecido A. Calamaro de quien también esperaría una acertada interpretación del personaje y su obra. Imagino que se negaría a aparecer si hubiese sido invitado al olerse el tufo del documental.

El resto ha sido un continuo desfile de gilipollas diciendo gilipolleces. Algunos de ellos declaradamente hijoputas porque sobrepasaban la ignorancia de los gilipollas para entrar en el terreno de los que intentan hacer daño con mala fe. Concretamente hacer daño al Rock'n'Roll tergiversando la historia y al personaje de Bob Dylan para llevarlo al terreno de su demagogia política barata.

Yo siempre he seguido al Dylan que conocí al despertar mi uso de razón. Mis vecinos mayores se compraban las cassettes de “Desire” cuando yo era niño y escuchaba “Hurricane” una y otra vez hasta que se acababan las pilas del radiocassette.
Ya de adulto no me canso de escuchar “Blonde On Blonde” o “Highway 61 revisited” aparte de todos los hijos legítimos o bastardos que el Bob Dylan ha dado, comenzando por The Byrds.
Lo que nunca dejará de sorprenderme es el daño que tantos gilipollas juntos pueden hacer a una figura clave en la historia del Rock.

Espero que católico converso Robert Zimmerman no llegue a ver el puto documental para no llevarse una decepción más que no merece.

Saludos a Bob Dylan.

4 comentarios:

  1. Tampoco quería yo resumir de esa manera el documental, pero si tú lo dices, ahí queda.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Dylan es el genuino pseudointelectual que lo más que a podido hacer con sus letras es reflejar sus idas de olla. Pero se ha "dejado querer". Es decir que cuando le atribuían genialidad en sus canciones a empezado a creerselo y de hecho le han dado pie a llegar a ser el pseudointelectual que es hoy en día.

    Como letrista altamente pretencioso y como músico y compositor desde luego no supone ninguna evolución musical en la historia de la música. Si sus letras hubieran tratado de osos caminando por la montaña, habría dejado el oficio como Rodriguez (sugar man) y habría tenido que trabajar en otra cosa. Las letras de este último me parecen mucho mejores y sinceras.

    Pero es verdad que independientemente de el fenómeno mediático absurdo, tiene bastantes canciones que se dejan escuchar y siempre es de agrader los covers que se han originado por músicos que en su momento sí han supuesto una revolución real a nivel compositivo e interpretativo. Eric Clapton, Jimi Hendrix, Rolling Stones, Bob Marley...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo contigo último anónimo en cuanto la sobrevaloración del personaje de Bob Dylan, también reconozco enormemente la valía de sus seguidores y la riqueza de sus obras hechas versiones.

      Lo que me hizo escribir esta entrada fue un documental aparecido en televisión en España donde se hacía un recorrido por lo más hediondo de la intelectualidad "progre" española donde todos desconocen el Rock'n'Roll y reniegan del género, pero se les hace el culo pepsicola intentando llevar a personajes como Bob Dylan a su discurso politiquero del siglo XIX.

      Saludos.

      Eliminar