martes, 24 de mayo de 2011

La Revolución de los subvencionados.

Después de nueve días y pasada la jornada electoral, los costrosos revolucionarios del piojo y el cannabis siguen acampados en la Puerta del Sol.
Ya han visto concluir la finalidad de su actividad. Ya han coaccionado a los votantes de las elecciones y han visto cómo sus actos no obtenían el fruto deseado. En las urnas han salido victoriosos los contrarios a sus doctrinas, pero los costrosos revolucionarios no tienen entre su ideario el acatar algún resultado democrático, por lo tanto, siguen en sus trece.

Ahora continúan echados al suelo pidiendo la cabeza de los banqueros, los empresarios y los políticos que no son de su cuerda. Continúan censurando a cualquiera que quiera protestar contra los políticos del PSOE que han llevado a España y a los españoles a la ruina moral y económica. Ahora siguen acampados lanzando sus proclamas vacías y tópicas, insultando a la Iglesia y la Religión entre eslóganes de sectarismo feminista, ateísta, comunista y ocupa.

Siguen pidiendo que los políticos les lleven el dinero de los banqueros allí donde ellos están tirados, sabiendo que los políticos socialistas que los han estado financiando durante años y años ya no podrán pagarles más. Ya se ha acabado el dinero y el crédito que tenían para pagar a sus allegados y todos los españoles deberemos sufrir durante lustros o décadas las consecuencias del despilfarro de José Luis Rodríguez Zapatero y su Partido Socialista que nos han dejado empeñados a todos para el futuro de varias generaciones, además de sin recursos materiales para poder generar riqueza y pagar esa deuda contraída.

Los cientos de miles de subvencionados políticos que han vivido del biberón del Partido Socialista son corresponsables de esa ruina, pero en lugar de responder ante la ley y devolver lo que han recibido ilegítimamente, se van a quedar ahora a dos velas y no pararán de romper la paz ciudadana exigiendo su ración de soma en forma de dinero socialista. El resto de la ciudadanía deberemos pagar el pato aguantando su violencia y su acaparamiento del espacio común.

Pobres los subvencionados pertenecientes a asociaciones progres, oenejés, empresas públicas, artistillas, rojeras, costrosos, etc. etc. que ahora tendrán que darse bruces con la realidad y admitir que ellos también son pobres y actuar como el resto de españoles que vivimos como podemos en buena parte por culpa de ellos que nos han arruinado.

Saludos.

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