jueves, 17 de diciembre de 2009

La señora Haidar aún sigue viva y solamente puede sentirse vergüenza (modificado *).

La señora Haidar sigue viva, de momento así es porque parece que los ineptos que la han puesto en esa situación esperan que pierda la vida para poder dar por zanjado el desaguisado de su situación.

Comencemos por repasar el asunto:

- Una persona originaria del antiguo Sahara Español regresa a su país desde Nueva York donde recibió un premio.

- Al aterrizar en El Aaiún los funcionarios marroquíes (Marruecos ocupa la antigua colonia española desde la muerte de Franco) perciben que la mujer escribe en los impresos de entrada en el país que su nacionalidad es saharui y al ver que no se define como marroquí, se enfadan y deciden sancionarla.

- En el país africano la única autoridad es la del monarca absolutista y, presumiblemente bajo idea del monarca enfarlopado, se decide expulsar a la mujer de su tierra y separarla de su familia contra su voluntad.

- A todo esto, se la introduce en un avión español para destinarla hacia España sin pasaporte.

- El piloto del avión se niega a llevar a alguien contra su voluntad y participar de algo similar a un secuestro.

- El piloto recibe órdenes repetidas desde el gobierno español para que acceda a los deseos de los expulsores marroquíes en uno más de los actos de sumisión de este gobierno español ante la voluntad del régimen marroquí.

- La mujer acaba en el aeropuerto de Lanzarote abandonada a su suerte y deseando regresar a su país.

- El actual gobierno español espera que la señora les agradezca el viaje gratuito a Canarias en temporada otoñal y aplauda su hospitalidad, pero no ocurre así porque ella sólo desea irse a casa con sus hijos y no quiere secundar el secuestro al que ha sido sometida por los gobiernos marroquí y español.

- Aparecen los oenejeros como aves carroñeras que ven situación de sacar partido mediático de algo tan espectacular para ellos como una madre de familia en huelga de hambre exhibiendo su deterioro. Seguramente que todos los oenejeros que la rodean se pegan grandes comilonas a diario a costa del negocio de la huelga de hambre de la señora Haidar.

- El gobierno español, como en todas las circunstancias, no sabe qué hacer con la situación de la que es cómplice y sugiere a sus secuaces que hagan campaña para pasarle la responsabilidad de lo que ocurre a Su Majestad el Rey de España.

- Aparecen voces que reclaman al Rey su participación en el asunto, curiosamente voces de aquellos que siempre han mostrado carácter antipatriótico y desdén ante las instituciones de la Nación.

- Otros medios de comunicación hacen esfuerzos para intentar darle la vuelta a la realidad e intentar exculpar al gobierno de su zafia ineptitud.


Esa situación por el momento resulta absurda, vergonzante y cruel. El gran delito es de quienes pensaron que podían sacar tajada política del asunto y ahora no saben qué hacer para salir indemnes del crimen.

Yo, como los antipatriotas y republicanos malintencionados, sugeriría una intervención directa a la Monarquía. Dada la ineptitud del gobierno actual, esperaría que Su Alteza Real el Príncipe de España llamase a algunos de sus compañeros de armas, equipos médicos militares y pilotos para quedar una mañana a hacer un recado.

Así acudiesen después a Lanzarote y, en el aeropuerto, procurasen separar a la señora Haidar de los buitres de las oenejés que la rodean. Allí le explicasen que van a llevarla a su casa con sus hijos y, si ella accediese, acto seguido pilotasen los aviones del ejército, preparasen el equipo médico para asistir a la señora, volasen a El Aaiún y dejasen a la señora Haidar en un hospital cerca de su familia.

Posteriormente podrían aprovechar el viaje para buscar a los tres compatriotas secuestrados por los musulmanes unos kilómeros más abajo y procurar traerlos a casa.

Acabado el recado, regresar después a España y tomar unas cañas prenavideñas.

Humildemente, si fuese útil, ofrecería mi colaboración en lo que pudiese aportar aún a riesgo de caer en el punto de mira los asesinos radicales que atentan contra quienes muestran su disposición a participar con orgullo en los designios morales de su país como ha ocurrido recientemente con el editorial de Germán Tertsch y la posterior agresión de la que ha sido víctima solamente por mostrarse orgulloso de ofrecer su servicio como cuidadano.

Ya que nadie parece tener huevos en este país, creo que Su Alteza Real El Príncipe Felipe podría volver ahora a mostrar su valía y callar a muchos durante décadas.

Saludos.

* A día de hoy, viernes 18, parece solucionada la situación y es de agradecer. Esperemoms que las condiciones ocultas que haya impuesto el monarca marroquí no sea tan sangrantes como otras impuestas anteriormente que los gobiernos españoles han aceptado a pies juntillas:
- Desembarco de la pesca de barcos españoles en Maruecos para que el pescado entre en España como producto importado.
- Prioridad de los productos agrícolas marroquíes sobre los españoles para los mercados europeos.
- Imposición de lenguaje al ministro español de exteriores Moratinos para que nombre en televisión a Ceuta y Melilla como territorio marroquí y no como ciudades españolas.
Etcétera...

Saludos de nuevo.

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