sábado, 23 de octubre de 2010

En España mueren más personas a causa del suicido que por accidentes de tráfico.

Resulta un dato descorazonador y siempre oculto que, en esta ocasión, ha salido a la luz relacionado con un congreso de psiquiatría.

La audiencia de los medios de comunicación no suele conocer el dato, pero los medios censuran la publicación noticias relativas a suicidios amparándose tradicionalmente en la protección a la ciudadanía que siempre puede tomar ejemplo del suicida publicitado y seguir sus pasos (camino del viaducto...). Debemos entonces dar las gracias a los medios por ocultar esos datos y noticias velando así por nuestra integridad. Cosa más que increíble cuando en todos los medios oficiales aparecen cada día decenas de noticias que bien pueden llevar a la desesperación a cualquiera que las lea.
Yo por mi parte interpretaría que los medios oficiales (públicos y privados) ocultan ese dato porque el poder se siente molesto ante el hecho de que la población conozca la cantidad de sus convecinos que no encuentran otra salida a su situación que el suicidio.

Así se tratan con especial dramatismo otros hechos como el de la cantidad de personas que mueren a causa del tráfico, varios miles de bajas anuales y se da la noticia a menudo en los informativos con gran dramatismo, se teoriza sobre el problema, se dedican ingentes cantidades de dinero a intentar paliar el drama, a hacer campañas de divulgación, a subvencionar asociaciones de tipos 'apesebrados' que comen de la desgracia de otros y además se demoniza a la parte de la población que conduce y es susceptible de provocar un accidente.

También se hace algo similar con el drama de la violencia doméstica, las personas que mueren asesinadas por sus allegados. Ahí entra en liza el sentido de adoctrinamiento ideológico y toman protagonismo las comisarias de la mafia feminista que cambian el sentido del hecho haciendo campaña de odio al varón en un problema que causa varias decenas de muertes al año y que se trata en los medios de comunicación y en la dedicación de los políticos con un mayor ahínco del que se otorga a algunos otros graves problemas importantes de la Nación.
Se tergiversan los hechos y se hace un negocio de cientos de millones de euros ante un problema que al fin y al cabo es un drama que protagonizan los extranjeros de otras culturas que no pueden llegar a admitir que las mujeres en España gozan desde los anales de nuestra historia de dignidad como persona y de respeto. Así no pueden ver cómo sus mujeres se suman a esa humanización y, al no soportarlo, las matan.
También matan a sus esposas algunos que pierden la razón a causa de la aplicación de leyes injustas, contra el derecho natural, y tienen que contemplar cómo de una día para otro un hombre pude perder su hogar, su familia, sus hijos, su sueldo y contemplar cómo otro ocupa su lugar en una trama kafkiana e irracional concebida por el feminismo y sus leyes contra natura que sólo llevan a la pérdida de la razón y a la muerte.
Además, como es de esperar, mata a sus congéneres todo aquel asesino que tiene ocasión. Ése no es un descubrimiento nuevo ni un problema actual que haya que combatir desde ideologías progres sino algo que la ley ya trata desde que se existe la civilización.

Pues bien, el poder (político, económico y de los medios de comunicación oficiales) ofrece a sus súbditos un panorama de gravedad ante el hecho del varón que mata a su amante, la persona que muere en los accidentes de tráfico, pero oculta y censura el dato de las personas que se ven abocadas sin otra salida que la de quitarse la vida.

¿Alguien sabe el motivo?

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