jueves, 3 de febrero de 2011

Los islamistas pudiendo tomar Egipto.

No sé qué coño está pensando la gente aquí y en los medios de comunicación viendo los acontecimientos en Egipto.

Resulta que Egipto es uno de los países musulmanes más occidentalizados. Tradicionalmente se ha considerado así desde que durante el siglo XX se formó como nación moderna y soberana en las épocas del Rey Faruk, Nasser y Sadat.
En las últimas décadas ha sido además fuente de desarrollo turístico para los visitantes occidentales debido a esa estabilidad y normalización que el régimen de Mubarak ha conseguido. También destaca que es el gran país musulmán que tiene reconocido al estado de Israel y firmado tratado de paz con lo que garantiza cierta tranquilidad en la zona.

Todo puede resultar ideal hasta que de un día para otro, surge una especie de "revolución" que pretende derrocar al régimen. Una revolución poco definida que a la progresía occidental le resulta simpática (debe ser la herencia soviética que siempre rememora cualquier asalto al poder por parte de una minoría para imponerse por la fuerza y el asesinato).
Los medios de comunicación de la progresía además califican esa revolución como democrática, con su peculiar significado de la democracia. Claro está que ya ha provocado cien muertos y está protagonizada por seres que asaltan el Museo de Arte Egipcio de El Cairo y destrozan los elementos de arte antiguo allí almacenados en un ejercicio de clara iconoclastia musulmana que destroza los símbolos de un pasado infiel al islam.

También parece que se hayan olvidado los acontecimientos de la Persia de 1978, cuando el régimen moderado y pro-occidental del Sha Reza Pahlevi, fue derrocado por una revolución similar que desembocó en el régimen musulmán de los ayatolás, con las consecuencias que todos conocemos.

Ahora es posible que el presidente Obama bendiga una revolución islámica como lo hizo el torpe Jimmy Carter en 1979. También sería aplaudida por la moderna progresía empeñada en apoyar todo lo islámico sólo por herir al cristianismo. Así tendríamos que soportar una amenaza más para la paz mundial y para la pervivencia de la civilización. Y los descerebrados de siempre... aplaudiendo.

Saludos.