lunes, 24 de mayo de 2010

La condena a Javier Krahe por la emisión en Canal Plus de su cortometraje de 1978.

Ha sido noticia estos días la condena impuesta a Javier Krahe por la realización de un cortometraje en 1978 en el cual explicaba la receta culinaria en la que se cocinaba una imagen de un Cristo Crucificado.

El cortometraje se emitió en la televisión gubernamental Canal Plus en 2004 y ahora se ha condenado el delito continuado contra los sentimientos religiosos.

Hasta ahí los hechos, ahora vienen las consecuencias y la utilización político-cultural que supone para la dictadura cultural de la progresía y las imposiciones de la corrección que detentan. Así no han tardado en aparecer las voces equivocadas que tratan de arrimar el ascua a su sardina para convertir el hecho en una lanza más de la ofensiva maoísta que pretende arrasar con la conciencia individual y convertirla en una sola voz colectiva, la que preconiza el socialismo y que calla todo lo que no cumpla sus postulados.

Personalmente puedo considerar la realización del cortometraje como un simple ejercicio artístico, humorístico con la sola pretensión de cualquier chiste en el que se juega con la semántica para provocar una reacción. El cine lo ha hecho desde su inicio y, principalmente la etapa de los inicios del cine expone una continua colección de juegos iconológicos y semánticos para provocar el chiste.

Un pequeño cortometraje realizado con esas premisas en 1978 y con una vocación underground no va más allá de ese requiebro de significados hasta que un medio de comunicación de claro sesgo político en todas sus actuaciones como es Canal Plus lo utiliza para sacarlo del contexto de la obra artístico-humorística y lo lleva al ámbito de los medios de comunicación de masas para encuadrarlo en un mensaje global y de masaje cerebral.

La víctima en este caso es el propio Javier Krahe, quien ha visto su obra sacada de contexto y expuesta en una secuencia de voluntad política y el beneficiado con la condena del cantante es la propia cadena de televisión junto con el proyecto político que defiende al fomentar la reacción de los comisarios políticos y elementos costrosos en general que conduzca al ataque a las instituciones religiosas.

Otra victoria más de del continuo frentepopulismo al que se ve sometida la sociedad española sin que a penas haya voces disidentes, tanto por miedo a las checas como a la pérdida del maná gubernamental del que viven los que detentan la voz cultural de España.


Podríamos ahora seguir la prueba y retar a las emisoras de televisión gubernamentales: Canal Plus/Cuatro, La Secta, Telecinco, Televisión Española, Antena tres, etc. a continuar el guión de ese contenido audiovisual y proponerles varios capítulos más:

Cap. 2
La receta de la pierna de Mahoma al horno.

Cap. 3
La receta de la cabeza de Marx a las brasas.

Cap 4.
La receta del Buda asado al estilo segoviano.