lunes, 26 de abril de 2010

¿Querrá José Luis Rodríguez Zapatero provocar la III Guerra Mundial?
Ya hay varios millones de seguidores que lo secundan.

Es muy posible que un personaje de las características de José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno socialista español, albergue ínfulas de anticristo dada su personalidad oscura, maquiavélica y errática hacia posturas de una deriva nebulosa dirigida al enaltecimiento del caos.

El personaje de Rodríguez Zapatero es capaz de articular un discurso sin discurso que mantiene a unas masas enervadas a la espera de un mensaje de nunca llega. Usa lenguaje de contradicciones, contenidos desvirtuados e ilusionismo semántico que lo aleja de la racionalidad y crea una sensación de desasosiego a punto de llevar a la violencia. No llama a esa violencia, pero la insemina en cada uno de sus actos y mensajes.

Es un revivalista de la historia de la década de los años 30 del siglo XX en España, momento convulso y radical que llevó a la Guerra Civil española y supuso uno de los antecedentes de la II Guerra Mundial. En esa época las posturas ideológicas estaban arrastradas al extremo. España era el primer país de Europa Occidental donde el socialismo podía llevar a cabo su revolución y se produjo un cambio de régimen de la monarquía a la república como primer acto del esperpento.

En las elecciones municipales de abril de 1931 resultaron electos un número considerable de concejales antimonárquicos, no llegaron a la mayoría en términos globales, pero aprovecharon las circunstancias para forzar un cambio de régimen y el Rey abandonó España para evitar un enfrentamiento bélico.

En un principio la población podía albergar esperanzas de mayor libertad y prosperidad en el nuevo régimen, pero no tardaron en tomar las riendas de la Nación los elementos totalitarios. Se creó un gobierno y gabinete presidencial por parte de quienes habían tomado el poder y pasadas tres semanas de la proclamación del régimen, los elementos armados del socialismo ya estaban tomando las calles, cometiendo saqueos e incendiando edificios.

Los ataques se cometían principalmente contra instituciones religiosas: quema de iglesias, de colegios, bibliotecas, obras de arte, escuelas universitarias, instituciones culturales y científicas. El gobierno republicano decide no actuar contra los asaltantes ni buscar responsabilidades hasta un tiempo más tarde cuando los daños van siendo irreparables.

Los actos revolucionarios en impunidad se van sucediendo lo que crea un desencanto entre la población ante el nuevo régimen que solamente trae para España, el caos, la miseria y el hambre.

Durante los siguientes años, se suceden los acontecimientos políticos con alternancia de poder entre la izquierda y la derecha, con intentos de un lado y otro por evitar el poder en manos del contrario. El Partido Socialista Obrero Español protagoniza dos golpes de Estado y ataque contra las instituciones democráticas. La derecha militar también intenta acabar con el régimen mediante el golpe de Sanjurjo.

En 1936, tras la victoria del PSOE en las elecciones de febrero, los partidos políticos disponen de milicias armadas que actúan imponiendo su orden en las calles, las instituciones eran una mera comparsa de adorno y el hambre atenaza a la población. Como anécdota que resume la situación, se comenta que cada día, los representantes de la CEDA (partido de la derecha) en el Congreso de los Diputados, leían listas de personas asesinadas en ese día por elementos socialistas y anarquistas armados mientras los representantes del gobierno del Frente Popular hacían mofa de esa lectura diaria o simplemente ignoraban y comentaban sus asuntos cotidianos a la vez que se nombraban los nombres de los muertos.

Los sucesivos acontecimientos revolucionarios y ataques a personas e instituciones llevan incluso al asesinato del líder del partido de la oposición José Calvo Sotelo que es sacado de su casa en la noche y abandonado muerto en una cuneta con un disparo en la cabeza, al más puro estilo socialista, con lo que en julio se produce un alzamiento armado por parte del ejército para intentar parar al Frente Popular y sus derivas soviéticas, sin conseguirlo en un primer momento, lo que provocaría en enfrentamiento civil y la guerra de tres años con cientos de miles de muertos.

El Partido Socialista Obrero Español, del que José Luis Rodríguez Zapartero es actual secretario general, acepta los principios democráticos en los años 60 del siglo XX en un congreso en el exilio, pero la actual cúpula del partido está empeñada en rememorar los actos de su historia y provocar el desgaste de las instituciones democráticas y del régimen. No sabemos si en aras de la consecución de una revolución al estilo soviético o por el mero amor al caos y la guerra.

En los últimos años se ha aliado con elementos externos e internos de carácter similar y tendencia desestabilizadora:
- El gorila belicista Hugo Chávez en Venezuela. Un elemento homínido que parece en continuo estado de afección alcaloide el cual ha conseguido que el armamentismo y belicismo estén a la orden del día en un continente como es el Iberoamericano donde nunca se han producido enfrentamientos entre pueblos hermanos fuera de simples escaramuzas anecdóticas.
- El Islam expansivo, cuyo único afán de existencia actual se basa en la globalización de su cultura en continua oposición al Occidente Cristiano.
- Los extraños elementos secesionistas regionales en España, fruto simplemente de la estupidez de muchos y los intereses de terceras potencias que pueden ver un peligro económico en España, un país mediano en el sur Europa, con una economía mediocre, pero susceptible de prosperar en unidad y esfuerzo común.
- El resto de revanchistas de la Guerra Civil Española, que nunca han aceptado que acabase y, tras 70 años de intento de olvido de un pasado vergonzante para el resto de españoles, pretenden ahora retomar el partido y jugar otra prórroga cuando ya el árbitro pitó el final en el año 1939.



Así pues, sería deducible que el presidente Rodríguez Zapatero tuviese perpetrados sus planes mentales, propios de un ser mediocre y acomplejado que se rodea siempre de personajes muy inferiores a él en el plano intelectual, para sembrar la provocación, la pobreza y el caos en España, provocar un enfrentamiento civil y quién sabe si de extensión global que lo llevasen a la gloria (la gloria de los anticristos).

sábado, 24 de abril de 2010

The Love Me Nots



Una banda más de Garage punk procedente de Phoenix.
En principio poco más que decir, pero resulta que... "molan".
Han estado tocando en el Wurtlitzer y creo que siguen de gira por Europa como para no perdérselo.

Saludos.



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